|
CLASIFICACIÓN
Y EVOLUCIÓN DE LA PROYECCIÓN DE LA DANZA FOLKLÓRICA
EN LA ESCENA DE AMÉRICA LATINA Registradas
en la Propiedad Intelectual, pueden utilizar y reproducir, siempre que
mencionando la fuente.
RESUMEN
La
Danza Folklórica llevada al espectáculo es muy joven en
América Latina, su evolución se ha dado a partir de que
bailarines de disciplinas mas desarrolladas escénicamente (clásico
y contemporáneo) se han dedicado a proyectar manifestaciones
populares; así mismo, de los ballets precursores han salido bailarines
que a su vez han creado sus propias compañías, todos ellos
con un gran dominio para el espectáculo, pero muchos de ellos,
con poco fundamento folklórico.
En contrapartida contamos con miles de instituciones que enseñan
las danzas folklóricas en distintos grados de investigación,
pero que al pretender transformarlas al espectáculo, igual que
los anteriores, procrean, desfiguran y modifican de tal manera, quedando
extraño a la identidad cultural de los pueblos que pretenden
representar.
La finalidad de esta investigación es tratar de definir una clasificación,
en base de lo que se esta haciendo para que pueda servir de equilibrio
entre ambas partes, tornándose necesaria cuando haya comparación
y análisis de las obras, ella podría orientar al artista
a dirigir su creación a una propuesta clara y definida, haciendo
que el propio publico sepa lo que esta viendo. No se tratará
de definir lo que es una proyección folklórica, sino una
clasificación de la evolución escénica de esa proyección.
INTRODUCCIÓN:
En
América Latina desde 1950 a 1960 aproximadamente, comenzó
el interés por los ballets folklóricos, y de hecho fue
él período en que aparecieron los mas significativos “ballets
nacionales”: Ballet Folklórico de México de Amalia
Hernández en México y el Ballet Folklórico Argentino
de Santiago Ayala “El Chúcaro” en Argentina. El turismo
tuvo y tiene todavía gran incumbencia en el impulso de esta actividad
y algunos atribuyen la influencia del Ballet Moiseyev en su gira latinoamericana,
del cual podemos decir: Que Igor Moiseyev fue graduado en el ballet
del Teatro Bolshói en 1924, donde bailó hasta 1939. En
1936 se le encargó la dirección del Teatro de Arte Folklórico
de Moscú, y al año siguiente fundó el primer conjunto
de este tipo en la Unión Soviética. Inicialmente estaba
compuesto por artistas aficionados, pero fue nutriendo de profesionales
y alcanzó el nombre de Conjunto Estatal Académico de Danzas
Populares de la Unión Soviética, aunque siempre reconoció
mundialmente como Ballet Moiseyev..
Aunque en Argentina hubo antecedentes en 1921, cuando el argentino,
músico, Andrés Chazarreta de la Provincia de Santiago
del Estero, trae al Teatro Politeama de Buenos Aires un espectáculo
con bailarines típicos, que actuara con rotundo éxito
y, Joaquín Pérez Fernández que también lo
lograra, con creaciones que pertenecían al género latinoamericano
y español, no tuvieron en la danza la continuidad y trascendencia
que pudieran alcanzar en fechas posteriores.
No obstante en todo ese período y hasta nuestros días,
fueron surgiendo academias y cuerpos de bailes, de distintos niveles
y características, algunos convertidos en gigantescas redes,
que dependían exclusivamente de la prudencia, responsabilidad
y honestidad de sus directores.
Clasificaciones y definiciones para la proyección de la danza
folklórica a la escena, casi no hubo. Si existió para
el folklore en general por Augusto Raúl Cortazar, Director del
Fondo Nacional de las Artes de Argentina entre 1953 y 1974, que define
"manifestaciones producidas fuera del ambiente geográfico
y cultural de los fenómenos folklóricos que las originan
o inspiran, por obra de personas determinadas o determinables que se
basan en la realidad folklórica cuyo estilo, forma o carácter
trasuntan y reelaboran en sus obras e interpretaciones destinadas al
público en general, perfectamente urbano, al cual se transmiten
por medios mecánicos e institucionalizados, propio de la civilización
vigente en el momento que se considera", como podemos darnos cuenta,
una proyección no es folklore, es una elaboración más
o menos artística de un hecho percibido en la realidad del acontecer
comunitario.
En los 60 ya se hablaba de “proyección folklórica”,
pero solamente para la música, a partir de la revolución
que se desarrollo en esa época en ese ámbito. Actualmente
en muchos países latinoamericanos ya se usa para las producciones
de la música y la danza, y en otros el de: “proyecciones
estéticas”.
En el Paraguay, el Ministerio de Educación y Cultura a través
de su Departamento de Difusión Cultural y para sus academias
de danza incorporadas, crea tres grados de proyección, inspirados
en una proyección (toma los pasos y las formas folklóricas)
para la “Danza Paraguaya”, donde excluyen la palabra “folklórica”
por tratarse de una creación netamente artística, inspirada
en motivos populares, hechos folklóricos, leyendas, personajes,
la cual fue codificada y academizada por ese organismo de gobierno.
Tiene más libertad de acción para la proceso de creación
y la clasificación de los tres niveles 1º, 2º y 3º
grado, están prácticamente implantados.
Cabe destacar que en Argentina también definen como “proyección
folklórica” o “proyecciones originales”, a
las coreografías de danza que tienen autor de música y
coreografía propia, inspiradas en el folklore, algunos autores
las llaman de “danzas peñeras”. Se pueden encuadrar
dentro de esta modalidad: La Fortinera, El Cielito de Buenos Aires,
El Cielito de la Independencia, El Tuaj, etc., se continúan creando
y surgiendo nuevas expresiones de música y coreografía.
Algunos autores, propietarios de importantes redes de academias, las
han instaurado equivocadamente como “folklóricas”.
El Festival de Cosquín en Argentina desencadenó en los
años 60 y 70 un "boom del folclore", por referencia
a la música característica del denominado "interior"
del país, Cosquín impulsó una renovación
de la música folklórica de gran alcance popular, especialmente
entre los jóvenes, que tuvo su correlato en toda América
del Sur, y que ha persistido en el gusto musical argentino desde entonces,
también influyó en la danza a través de sus preselecciones
por todo el país, con la siguiente clasificación: Tradicional,
estilizada y/o argumentada.
En 1998, oportunidad en que este autor coordinaba la mayor red de concursos
de Sudamérica (60 hoy son 170), y ante la necesidad de que la
división o clasificación de la proyección de la
danza folklórica a la escena se concretice, promovió y
coordino en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el I Congreso Latinoamericano
de Danza Folklórica, escogiendo ese país mediterráneo
como sede, por considerarlo el menos contaminado por influencias foráneas
y modismos internacionales. Con apoyo el Centro Municipal de Investigaciones
Folklóricas, en cuyo congreso se establecieron tres divisiones
exclusivamente para la proyección de la danza folklórica
a partir de la tradicional.
En el año 2000, también organizo el Simposio Internacional
de Estilización Folklórica en Corrientes, Argentina, con
el Auspicio del Ministerio de Educación, donde se establecieron
dos grados de estilización. Así quedo determinado en aquel
momento la clasificación de la danza folklórica proyectada
a la escena: tradicional, proyecciones (y sus tres grados), estilizaciones
(y sus dos grados), para aplicarla en los concursos de la Asociación
Latinoamericana de la Danza-ALAD (90 anuales en 5 países), pero
que en la práctica se sintetizó a: tradicional-proyección-estilización.
Convencido de que este Tratado no completaba las expectativas de la
“evolución escénica de una danza folklórica
proyectada al espectáculo”, instituyo anualmente desde
el 2004 y hasta la fecha, de forma ininterrumpida e itinerante el: Congreso
Sudamericano sobre el Arte Folklórico, principalmente en donde
estuviera vigente la danza folklórica. Fueron 22 en: Argentina
(Corrientes, Tucumán, Jujuy, Salta, Chaco, Misiones, Córdoba
y Mendoza), cinco en Paraguay (Asunción, San Pedro del Icuamandiyu,
Ciudad del Este y Encarnación), uno en Bolivia (Santa Cruz de
la Sierra), uno en Quito Ecuador (continua con otro temario).
POLÉMICAS
La
mayor polémica se suscita en lo que es folklore, porque de allí
dependerá lo que se deba proyectar escénicamente con ese
nombre y de que manera podrá evolucionar en si misma. De hecho,
en el momento que sale de su ambiente deja de serlo, pero que es lo
que nos da la potestad de usar ese nombre?
La filosofía de Moiseyev se basaba en mezclar del puro folklore
con lo más explosivo tecnicismo del ballet, sobre todo en los
saltos y los giros, y creó un estilo que fue imitado por muchas
compañías folklóricas tanto en las naciones de
la Europa oriental y como en Occidente.
Teniendo en cuenta que muchas de estas creaciones se han convertido
en “danzas tradicionales”, como por ejemplo Bulba de Moiseyev,
en Bielorrusa. Las creaciones de Mahmaoud Reda en Egipto, y otras tantas
latinoamericanas y que, según la “Ciencia del Folklore”,
si el pueblo lo toma como propio se folkloriza, otra cosa muy diferente
es cuando las compañías y los grupos académicos
lo toman y lo transforman en un “repertorio tradicional escénico”.
Seguidamente de cuales son los limites de la creación y los cambios
que se puedan permitir en función de la escena y el espectáculo.
CONSIDERACIONES
PRELIMINARES:
Hacer
de la Danza Folklórica una profesión y que su ejecutante
pueda vivir de su trabajo, sea bailando, enseñando, coreografiando
o dirigiendo, es primordial tener idoneidad y pericia en la labor que
se ejerce, saber lo que se está concibiendo escénicamente,
para luego brindar un producto veraz, lógico y de jerarquía.
La danza como una necesidad natural del hombre, es un lenguaje universal
a través de la expresión del movimiento, que se torna
escénica cuando es dirigida al espectador, y en función
de este, sube al estrado y se modifican estructuras. Se transforma en
profesional cuando el público paga para ver el trabajo de los
artistas.
La danza es una sola, a su manera o modo de expresión le llamamos
lenguaje, que ante todo significa: expresión. En este caso particular
el lenguaje folklórico. Llamamos técnica a la pericia,
destreza, habilidad, maestría con que se realizan cada uno de
los movimientos, de mayor grado o no de evolución escénica.
Si bien la Danza Folklórica proyectada a la escenario, no deja
de ser arte y el arte es creación y la creación no tiene
límites, la palabra “folklore” es determinante. Creemos
que lo que se pretende llevar a escena no es el sentimiento del artista,
sino el sentimiento de un pueblo interpretado por el artista.
LA
TRANSICIÓN DE LO FOLK A LO ARTÍSTICO
Para
entender la Clasificación y Evolución de la Proyección
de la Danza Folklórica a la Escena, debemos hacer un ligero paralelo
estructural del espectáculo, entre lo que es el hecho folklórico
y lo que es el hecho escénico y, lo que es la evolución
folklórica y la evolución escénica:
Hecho
folklórico
Podemos decir que el hecho folklórico es anecdótico, histórico,
único e irrepetible, natural, espontáneo, vital, cotidiano,
tiene un tiempo real (una época, un horario), como esencia, temporal.
Está comprobado que desde lo más ancestral, y a pesar
de las distancias, los accidentes geográficos, los pueblos tienen
un denominador común en sus necesidades de expresión.
Y principalmente el hecho folklórico no es para ver, sino para
integrarse. No se puede negar que pueda existir un eventual espectador,
en ese caso se diluye la atención en el ambiente en que se desarrolla
este hecho.
Hecho
artístico escénico
El escénico es modificable, con tiempos determinables, repetible,
se maneja con códigos estéticos y tal vez mágicos.
Sus leyes, principalmente responden al espacio donde se realiza y a
la interacción espectáculo-público. Generalmente
se produce en un recinto cerrado, no necesariamente con techos y puertas,
sino encerrado en un espacio virtual donde va dirigida toda la atención.
En el proceso de satisfacer las necesidades del espectador, llegamos
hoy al escenario ideal: el rectángulo, que se adecua a la perspectiva
de la visión del ser humano, continuando a la caja escénica
y hasta lo más avanzado que es la caja negra con la ambientación
del recinto (oscuridad de la sala, etc.). Ya que todo va en función
especifica de la concentración absoluta del espectador.
La
evolución folklórica
Se desarrollará en su propio ámbito, por la influencia
de diferentes factores: cultura, política, economía, clima,
religión y moral, etc. Sugerimos a los artistas, por ese motivo
anunciar el período al que corresponde su interpretación
del folklore.
La
Evolución escénica
La escena indefectiblemente hace perder lo natural y espontáneo
de un hecho, pero esto no significa un retroceso, al contrario, hace
que el hombre use todas sus cualidades y posibilidades para revivir
este acontecimiento que fue real. Ya que se estará llevando al
espectáculo el sentimiento de un pueblo transmitido por el bailarín,
captado por el coreógrafo y equilibrado por el Director.
La evolución escénica de una danza popular dependerá
ahora, de la calidad de los artistas y de las propias alternativas de
la escena (iluminación, sonido, maquillaje, caracterización,
etc.).
Para proyectar la danza folklórica al espectáculo es necesario
conocer el conglomerado (ambiente, entorno, circunstancia, contexto,
ocasión, coyuntura, etc.) que le dio origen, para poder transmitir
en una expresión artística, sea interpretativa o coreográfica,
el verdadero concepto de la misma y contar con la técnica teatral
y dancística, para materializar en su obra elementos acertados
que contribuyan a que esta sea reconocible, creíble y lógica.
Podríamos
clasificar las proyecciones folklóricas de la siguiente manera:
Proyecciones
de Investigación Folklórica: Lo más aproximado
al “hecho folklórico” posible, serán presentaciones
de grupo o conjunto, ya que el mismo es colectivo. Alcanzar la credibilidad
de este hecho, será el logro artístico. Esto es muy importante
para las regiones que cuentan con Folklore vigente. De preferencia música
en vivo, desde luego con los instrumentos folklóricos originales.
Proyecciones
Tradicionales o Académicas: Son aquellas que conservan
su esencia, raíz, origen y autenticidad en su interpretación,
estilos, posturas, plasticidad rítmica, coreológicas,
vestimenta, elementos y música. Son aquellas a las que comúnmente
llamamos “tradicionales” y se presentan de manera sistematizada.
Generalmente no están vigentes y se mantienen escritas, por lo
que se torna necesario mencionar el recopilador. En algunas presentaciones
grabadas de la forma académica han incorporado el piano. Sin
embargo están las netamente tradicionales que se han transmitido
de generación en generación, pero que también estos
transmisores de la cultura han hecho “su” sistema de enseñanza.
Proyecciones Escénicas: Son aquellas que se inspiran en la realidad
folklórica cuyo estilo, forma o carácter trasladan y adaptan
en sus obras e interpretaciones al espectáculo. Se pueden aceptar
algunas modificaciones en las coreografías y vestimentas, no
así en los pasos básicos o fundamentales, los cuales podrán
ser dificultados por la práctica y la técnica. Es fundamental
mantener su esencia. En la vestimenta se podrán adecuar telas
adaptando la trama y la urdimbre. Se podrán introducir accesorios,
elementos e implementos, desde luego conservando su identidad folk.
Proyecciones Estilizadas: Es el hecho artístico
que se produce a partir de la danza folklórica, en su evolución
al nivel teatral. Incorporando el lenguaje de técnicas de expresión
del movimiento con mayor grado de desarrollo académico para su
enriquecimiento y desarrollo escénico. En el vestuario se respetará
en líneas generales el diseño folklórico y tendrá
mayor libertad de adaptación al movimiento. La música
será la apropiada, alcanzando el mismo nivel de la obra que se
propone representar. La identidad del lenguaje folklórico prevalecerá
hasta el último grado de su evolución teatral. Saber enriquecerlo,
en el momento justo, hará que se concrete o no, el hecho artístico.
Para este grado de representación podemos comparar un conjunto
folklórico con una orquesta sinfónica. La danza y la música
en el hecho folklórico nacieron prácticamente juntas,
como producto o resultado de una combinación de elementos, donde
el personaje popular se sintió parte de este proceso en un todo
indivisible. La cantidad de instrumentos que conforman un sinfónica
multiplica varias veces los que integran un conjunto folklórico,
sin embargo, un ritmo popular tocado por esta es fácilmente identificable.
En la danza es lo mismo, el bailarín, el coreógrafo y
el director, deberán estar a la misma altura del despliegue musical,
porque “la música es la danza que se escucha y la danza
la música que se ve”. El bailarín interprete, deberá
tener las cualidades técnicas y artísticas suficientes
para interpretar situaciones y movimientos que requiera el coreógrafo,
quien estará preparado para disociar la música, tanto
en su cadencia y esencia folk como, en la métrica exacta donde
articulará los movimientos adecuados al sentimiento o expresión
que desea resaltar, y el director deberá velar para que la obra
en cuestión, alcance la propuesta establecida. Cabe destacar
que las grandes obras escénicas de la danza, de cualquier modalidad,
han alcanzado su esplendor, cuando sus coreografías fueron creadas
conjuntamente con su música, o bien cuando fueron adaptadas por
los compositores en función de ella.
Proyecciones
de Inspiración o Creación
Folklórica: Es la forma escénica de creación
que dimensiona el hecho y/o el ambiente folklórico al espectáculo.
Se nutre de los elementos del paisaje, de la cultura, de la propia danza,
etc. La música será la determinante de la obra a realizar
y sus límites son la coherencia y la lógica. La particularidad
de estas, es que son totalmente atemporales, el espacio es el puramente
escénico, y a pesar de llevar un vestuario característico
de una cierta época, es continuamente adaptado al gusto del creador.
Creaciones de este tipo hoy son parte de el repertorio de compañías
folklóricas nacionales, convirtiéndose hasta en tradicionales,
y en algunos países hasta se lo enseña como folklore.
Pueden dividirse claramente por el objeto de inspiración:
a) De una Danza: Están los que se inspiran en una danza existente
a través de su música específica o aires, modificando
totalmente su estructura, conservando apenas algunos pasos básicos,
pero apuntan a la plástica y a la estética de conjunto.
Son atemporales.
b) De un hecho Folklórico. Toman la idea de un acontecimiento,
personaje popular, leyenda, artesanía, sin ser una danza la transforman
en tal.
Se ha convertido en la “técnica de un lenguaje” artístico,
cuando en realidad la danza folklórica es el lenguaje de un pueblo.
CONSIDERACIONES
FINALES
El principal objetivo de este trabajo ha sido presentar una alternativa,
que no se quiere suponer que sea la única solución posible.
La intención fue la de repasar la corta historia de clasificar
la danza folklórica proyectada al espectáculo en América
Latina. La primera opinión que se desprende del análisis
efectuado es que, ninguna posición extrema es beneficiosa, pero
creemos que es la alternativa más ajustada a los requerimientos
de la comparación y análisis de obras.
Aunque la profesionalización apenas sobrepase los cincuenta años
de existencia y mis estudios comenzó hace veinte, alcanzar el
grado de madurez suficiente dependerá de ambas partes. Los que
no sepan interpretar ambos códigos, el folk y el escénico
no contribuirán demasiado al proyecto y ciertamente no van a
darle mucho valor al hecho de conseguirlo.
No es suficiente estudiar y practicar danzas tradicionales en academias,
peñas o grupos folklóricos, para emprender una obra coreográfica.
Aunque en estos lugares se aprenden un sin numero de ellas, en mayor
o menor cantidad, la calidad dependerá del nombre y trayectoria
de cada uno de ellos, no obstante tengan un inmenso valor al conservar
y difundir las tradiciones rurales de una nación, y hasta a veces,
a miles de kilómetros de su lugar de origen.
No es el caso de incorporar a una danza tradicional, componentes que
no tengan nada que ver con ella, con la licencia de ser una proyección
o estilización. Es por eso que aún queda mucho por recorrer
y el movimiento folklórico escénico debería poder
mostrar que es capaz de mantenerse por si solo. El tiempo dirá
si esto contribuye a que las danzas folklóricas del mundo, el
día de mañana, no sean todas iguales.
|
|